viernes, 27 de enero de 2012

La Meditación como proceso de realización...


Como hemos visto anteriormente, la Meditación es la etapa más importante en la senda del progreso espiritual. La filosofía Vetana aconseja dedicar, por lo menos, media hora diaria a alimentar al yo individual con el néctar de la meditación…. Jamás la iluminación o realización espiritual ha sido lograda por alguien, sin ella. Todos los grandes guías espirituales como Cristo, Buda, Krishna, Chaitanya y Ramakrishna aconsejaron y practicaron la meditación. De esta manera alcanzaron la Comunión Divina, la conciencia Divina y finalmente llegaron a ser Salvadores de la humanidad.


La meditación diaria debería ser practicada en un lugar tranquilo en que pudiera mantenerse la mente libre de todo pensamiento y crítica mundana y donde hubiera imágenes capaces de despertar sentimientos devocionales en el corazón del devoto. Si lo realizamos en casa podemos disponer de una habitación que nos permita crear una atmósfera agradable, armónica, capaz de elevarnos y otorgarnos paz, bienestar, dicha y bendiciones de la Omnipresencia Divina. Si te resulta favorable puedes hacerlo al aire libre, contemplando un paisaje que nos ofrece la naturaleza, o imaginarte que estás observándolo… Agua, cielo, verdes campos, montañas, llanuras… Todo puede estar dentro de ti y frente a tus ojos… En el silencio de esta contemplación tu Dios está presente…

Mariela “Shanti”.

viernes, 20 de enero de 2012

Vedanta: Filosofía y Religión…


La Filosofía Vedanta toma su nombre de las antiguas Escrituras Sagradas de la India: los Vedas. El término "veda" significa sabiduría y "anta", la parte final de los Vedas, por lo tanto se define Vedanta como la culminación, el punto más alto de esa sabiduría milenaria. Como filosofía enseña las verdades más elevadas que han sido descubiertas por los más grandes filósofos y más adelantados pensadores de todas las épocas y de todos los países. No hay otra filosofía en el mundo que enseñe un método tan perfecto para adquirir dominio de sí mismo, paz y felicidad como el Vedanta. Es el mejor amigo en los momentos de aflicción, alentador en las penas, y eleva el alma por encima de todas las vicisitudes, ansiedades y tristezas…
Como religión, Vedanta es sin igual y universal. Satisface las necesidades espirituales de todos los individuos y en todos los tiempos. No está limitado por ningún credo particular o doctrina sectaria, y jamás ataca a ninguna religión o destruye la fe de ningún creyente. No prescribe una particular forma de culto, ritual o ceremonia para todos, sino que da absoluta libertad para elegir cualquier senda, ya sea ritualista o no ritualista. La peculiaridad de la religión Vedanta es que, por un lado, anima a los que no se preocupan por realizar ningún ritual, ceremonia, símbolo, o culto externo y, por otro lado, suministra todas las formas, rituales, ceremonias y símbolos a los que necesitan de ejercicios devocionales. Si un devoto consigue ayuda mediante las oraciones, por ejemplo, el Vedanta le dice: Ora, sin dejar de sostener que la oración no es la única forma de culto para todos. Si la persona halla ayuda en símbolos tales como altares, inciensos, velas y flores, el Vedanta no lo desanima, por el contrario le explica el significado espiritual de esos símbolos, les dice como debe usarlos y le muestra el camino para llegar a la meta final de todas las religiones: EL AMOR.
Es como la madre de varios hijos; a cada uno alimenta con la clase de alimento que puede digerir más fácilmente. Su principio fundamental es la aceptación universal de toda clase de doctrinas. Por lo tanto está siempre dispuesta a dar alimento espiritual.
De esta manera explica el significado espiritual de los diferentes símbolos que se utilizan en el culto: El Altar, por ejemplo, representa el altar del corazón, dedicado al Espíritu Supremo que es el Alma de nuestras almas y cuya naturaleza es Absoluta Existencia, Luz de la infinita Sabiduría que disipa la tinieblas de la ignorancia del corazón humano y cuyo nombre es el eterno Verbo Om.
Vedanta enseña la unidad de la Divinidad bajo los distintos nombres y formas. El mismo Eterno Uno es adorado como Jehová, o Padre Celestial; como Ahura Mazda o Divina Madre; como Cristo o Buda; como Alá o Vishnú; como Krishna o Ramakrishna.
La Luz de las velas: Es el símbolo de luz del intelecto puro que revela el espíritu situado en el altar del corazón. El intelecto y el corazón purificados deben estar unidos antes de lograr la realización espiritual.
Las flores: son símbolo de los buenos pensamientos y de los sentimientos puros que se ofrecen al Espíritu Supremo. Cuando se ofrecen frutas, representan el fruto de nuestras obras…
Toda adoración externa es la preparación para la adoración interna a través de la Meditación, la cual a lo largo del tiempo culmina en la Divina comunión y Conciencia Divina…

Extraído del Libro “El desarrollo espiritual y otros temas religiosos” Adaptado por Mariela “Shanti”, para Esencia Ayurveda…

viernes, 6 de enero de 2012

Dejáte sanar por esta dulce melodía...


Te invito a escuchar el poder de sanación de este maravilloso Mantra y dejarte llevar por sus imágenes...

miércoles, 4 de enero de 2012

La Leyenda de la Lavandera...

Cuenta la leyenda que hubo un rey en el norte de la India que cierto día regaló a su adorada esposa un precioso collar de perlas para que ésta pudiera lucirlo durante la celebración del Diwali. Pero he aquí que, al día siguiente, y mientras la afortunada se bañaba en el río, un cuervo osó atrapar dicho collar con su pico y desaparecer con él en el inmenso cielo. Tal fue el disgusto de su esposa que el rey, ansiando consolarla de cualquier manera, ordenó a sus hombres que recorrieran todo el reino prometiendo una suculenta recompensa a quien lograra recuperar joya tan preciada.
 El ave ladronzuela, por otra parte, quien sabe con qué propósito, dejó caer el collar en un barrio muy pobre, concretamente muy cerca de donde vivía una lavandera que así, de pronto, se encontró con él en las manos.
 Poco tardó la humilde joven en presentarse ante el Rey y devolver el botín robado. Pero no quiso reclamar recompensa por ello, para sorpresa del monarca, sino que rogó que aquella noche, punto de partida de las fiestas del Diwali de ese año, todas las luces del reino fueran apagadas quedando tan sólo encendidas las lámparas de aceite de su casa. Esperaba así ser vista y escuchada por fin por Lakshmi, diosa de la buena suerte y de la prosperidad.
 Y llegó la noche, y su deseo fue concedido. Todo el reino quedó a oscuras, todo excepto el pequeño hogar de la joven lavandera. Así, cuando Lakshmi apareció para honrar a todos aquellos que cada año celebraban su existencia, sus ojos sólo pudieron fijarse en aquella humilde casita.
 Pero he aquí que cuando la diosa tocó a la puerta de la lavandera, tras abrir, ésta le dijo que sólo la dejaría entrar si prometía quedarse en ella durante las próximas 7 generaciones. La diosa Lakshmi, emocionada ante una fe en ella tan profunda, no pudo sino aceptar sumamente complacida. Así la lavandera dejó atrás su vida de pobreza y durante 7 generaciones sus descendientes fueron los más afortunados y prósperos del reino.