Para preparar el ghee se debe calentar
medio kilo de manteca sin sal a fuego medio,
aproximadamente 15 minutos. Cuando la manteca se funda y comience a tomar punto
de ebullición, aparecerá un caldo en la superficie. No se
debe retirar puesto que contiene propiedades medicinales. Se
bajara el fuego al mínimo.
La mantequilla adquiere entonces
un color amarillo dorado, con un olor característico al maíz inflado. Cuando al
verter una o dos gotas de agua en el ghee éste crepite, estará listo. Se dejará
enfriar y, a continuación, se pasará a través de un filtro a un recipiente. El
ghee se puede conservar sin refrigeración.
Las propiedades y usos del ghee
son diferentes de las de los aceites medicados. El ghee potencia el Ojas o
esencia sutil de todos los tejidos. Aumenta el agni, es decir, las energías
digestivas y los enzimas repartidos en todo el cuerpo.
Estimula los jugos digestivos sin
agravar el dosha Pitta.
Estimula los fuegos enzimáticos
que residen en el hígado y que controlan la transformación de los nutrientes en
tejidos. No entorpece la acción del hígado, como ocurre con otros aceites y
grasas, sino que la
refuerza. Es nutritivo para el tejido nervioso y la médula
ósea, y alimenta el cerebro.
Al favorecer el Ojas, el ghee es
beneficioso para todos los tejidos finos del cuerpo, incluidos los tejidos del
aparato reproductor. Por tanto, es un importante tónico rejuvenecedor o
rasayana para la mente, el cerebro y el sistema nervioso. Es beneficioso para
Vata y pitta; para los trastornos de pitta, se prepara ghee con hierbas amargas.
Luego, conservamos el producto en un frasco limpio, seco y bien cerrado. En invierno el Ghee se solidifica por efectos del frío, y para que pueda ser utilizado se lo calienta a baño María. En verano vuelve a su estado líquido.
۞.♥´(¯`•.•´¯)• Namaskar Shanti ૐ¨`*•.¸¸."(`*•.¸
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