Quisiera comenzar a abordar el
masaje desde otras técnicas ayurvédicas. Hoy específicamente conoceremos el
masaje denominado Shirodhara. En Sánscrito, la palabra Shirodhara
se compone de "shiro" + " dhara". "Shiro"
significa cabeza. Y "Dhara" significa flujo.
En la India, los Rishis y sabios
consideran el Shirodhara una cura Milagrosa y divina para todo tipo de
enfermedades. Dicen que 21 días de Shirodhara es capaz de curar cualquier
enfermedad física, mental o espiritual.
Esta técnica es una de las más
placenteras dentro del Ayurveda, una suave corriente de Tailam tibio es
derramada en forma constante sobre la frente de la persona que recibe el
tratamiento, llevando equilibrio y armonía al cuerpo, mente y espíritu.
El Shirodhara propicia un estado
de reposo del sistema parasimpático, un estado de no-ego durante el cual la
inteligencia primaria del cuerpo reorganiza sus componentes y activa los
mecanismos de auto-curación y homeostasis. Recordemos que el Masaje Hindú es
aquel que nos invita a meditar… el que nos proporciona una sanación desde
dentro hacia fuera…
El tipo de Tailam o sustancia
líquida dependerá del Dosha o tipología de la persona. Por ejemplo,
para Vata, aceite sésamo o de oliva. Para Pitta, aceite de coco, girasol o
sándalo. Y para Kapha aceites más ligeros como maíz, raíz de cálamo o cúrcuma.
Todos estos aceites están impregnados de plantas medicinales adecuadas a cada
tipología.
Se le indica al paciente
acostarse boca arriba sobre el Droni - una camilla especialmente diseñada para
el Shirodhara, manteniendo los brazos a lo largo del cuerpo y con la palma de
sus manos hacia arriba.
Se le coloca una banda – llamada
Vartti - en la cabeza, por encima de las orejas, con la función de impedir que
el aceite se derrame por la zona de los ojos.
Luego se procede a situar
adecuadamente el recipiente que contiene el Tailam, centrando la dirección del
fluido directamente sobre el tercer ojo del paciente. Comenzamos a dejar que el
chorro caiga constante y rítmico,
garantizando la tranquilidad física y mental en muy pocos minutos.
El fluido empapador resbalará
libremente por la frente y la cabeza, nutriendo el cabello y el cuero
cabelludo.
Todas las perturbaciones mentales
– miedos, ansiedad, rabia o irritabilidad – se disuelven en un océano de calma
y tranquilidad, mientras que la mente es llevada a un estado de éxtasis,
serenidad y conciencia expandida.
Terminada la aplicación del
Tailam, se realiza un suave masaje en los puntos Marma localizados en la cara,
de nuevo, escogiendo el aceite adecuado en función de su dosha.
Físicamente trabaja sobre las
glándulas pineal, pituitaria e hipotálamo, las cuales organizan y regulan todas
las secreciones hormonales. Dichas secreciones son responsables no solamente de
los procesos fisiológicos como la digestión, respiración, excreción, etc., sino
también de los estados anímicos y emocionales.
Genera un profundo estado de
relajación en el que las ondas cerebrales se asemejan al estado de sueño
profundo pero permaneciendo consciente. Así, el cuerpo comienza a generar
endorfinas y a recomponer el sistema de defensas del organismo.
Despeja tanto la mente como los
sentidos lo que permite al cuerpo activar los mecanismos naturales para liberar
el estrés del sistema nervioso. Esto a su vez mejora la claridad mental y la comprensión. Es
recomendado con efectos notables a personas que necesitan un alto grado de
concentración y rendimiento intelectual.
Combate efectivamente el insomnio,
las mialgias y los estados de ansiedad.
Aplicado en sesiones regulares
tiene un efecto de rejuvenecimiento del cuerpo y la mente.
Nutre y repara profundamente el cabello y cuero cabelludo.
Trata desordenes de Vata que afectan
el cuello, ojos, los oídos, la nariz y el sistema nervioso.
También es aconsejado para vikriti de índole Pita.
Más allá de tratar los
desequilibrios dóshicos, las personas que lo han recibido relatan que han
experimentado una sensación única, relajante y sumamente placentera…
Namaskar Shanti ૐ
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